Los siguientes párrafos fueron publicados en este espacio hace casi 23 años. Por favor trata de leerlos como si estuvieras en 2001 y reflexionemos al final sobre algunas cifras recientes sobre el tema.
A partir del lunes 15 (de octubre de 2001) los líderes de los países de la APEC (Asia-Pacific Economic Cooperation, por sus siglas en inglés) se reunirán en Shanghai.
Han existido diferentes comentarios acerca de si es oportuno y correcto que en tiempos de guerra (al parecer hay guerra en Afganistán), los líderes de estos países, y particularmente, el presidente de México, deben atender estas reuniones.
No pienso meterme en esa discusión, ya que a final de cuentas creo que un gobierno no es el presidente y que esas discusiones, al menos en México, solamente buscan hacer grilla para beneficio de unos cuantos políticos.
Lo que sí es interesante es tratar de entender los cambios y retos que enfrentaremos en el futuro con la integración total de China al comercio mundial.
En los últimos años mucho se ha hablado de la creciente influencia que tiene China en el mundo y cómo se ha convertido en una potencia mundial, pero creo que los mexicanos no hemos comprendido el verdadero alcance y poder que China puede llegar a tener y cómo muy pronto podría eclipsar y acabar con industrias completas en México.
Claro, no todo puede ser malo y es probable que surjan oportunidades de negocio para muchos mexicanos, pero es poco claro que empresarios mexicanos puedan asociarse con contrapartes chinos para invertir conjuntamente y poder defender, de alguna forma, las industrias mexicanas.
Algunos datos que pueden ayudar a entender el poderío de este país y poder estar preparados, cuando menos mentalmente, para lo que vendrá en los siguientes años:
China ha mantenido durante el año niveles de exportaciones cercanos a los US$23 mil millones mensuales contra importaciones de US$21 mil millones, lo que significa que durante el año tendrá un superávit comercial cercano a los US$25 mil millones.
En México las exportaciones promedio mensuales rondan los US$13 mil millones con importaciones de US$14 mil millones, lo que nos hace esperar un déficit comercial al final del año por unos US$12 mil millones.
Es precisamente esa diferencia en flujos una de las razones que nos debe mantener preocupados (o mejor aún, ocupados) acerca de cómo defender nuestro empleo, nuestra empresa, nuestra industria y para ser un poco nacionalistas, nuestro país.
Tan sólo en este año, China obtendrá flujos netos comerciales superiores a los de México en US$37 mil millones.
Ahora pensemos en que esa tendencia ha sido similar desde hace unos años y seguirá siéndolo en el futuro cercano y nos topamos con que en términos comerciales los chinos han llevado a su economía montos que pueden financiar tasas de crecimiento del 7% y pagar por infraestructura, que incentiva a la economía doméstica y puede llegar a convertirse en un círculo virtuoso.
Cierto, siempre tenemos la excusa de que allá sí es barata la mano de obra y de que allá el gobierno subsidia a sus empresas, pero creo que hay más lecciones que nuestro presidente debe aprender en su viaje.
Nos tratamos de tranquilizar diciendo que los chinos son muchos, que hay mucha pobreza, aunque tienen excelentes deportistas, excelente educación, son nacionalistas y quieren dominar al mundo.
En México también tenemos mucha pobreza, también somos muchos pero lo único que queremos dominar es la CONCACAF.
Me parece que tenemos que ayudarnos cambiando nuestra actitud y entendiendo que no podemos aspirar al primer mundo si nuestra economía sigue estancada, si no queremos entender que no existen soluciones mágicas para nuestros problemas.
Claro, por un lado hay quienes dicen que con la reforma fiscal de Fox ya la hicimos, y por otro lado hay quien dice que con puro gasto de gobierno lo lograremos.
Se nos olvida acordarnos que hay bancos que se supone existen para prestar dinero, que la inflación en cero no nos quitará el hambre, que tenemos una deuda que nos obliga a pagar intereses de más de US$40 millones cada día, que las reservas de US$40 mil millones están ganando el 3% anual, que no podemos crecer a tasas mayores a las que nuestra infraestructura nos permita (no podemos hacer despegar un avión Jumbo en una pista de tierra de 500 metros de longitud), que el peso sí está sobrevaluado (aunque nos dicen lo contrario), que el gobierno sigue creciendo, el poder legislativo está cruzado de brazos y en el judicial nadie cree… y podemos seguir con una larga lista.
Así, sugiero NO quedarnos mirando, evitemos que nos lleve la chinada y pidamos al presidente que mantenga los ojos bien abiertos, para ver si realmente le podemos aprender algo a China.
* Y, ¿qué pasó desde el 2001 y hasta el 2023? Las exportaciones anuales chinas pasaron de US$272,000 millones a US$3,380,000 millones (12.4x). Importaciones de US$242,000 millones a US$2,560,000 millones (10.5x).
Su balanza comercial era de US$30,000 millones, hoy es de US$820,000 millones (¡27x!).
México exportaba US$171,000 millones e importaba US$185,000; en 2023 exportó US$593,000 millones e importó US$599,000 millones.
Balanza comercial negativa prácticamente cada año de entonces a la fecha; China siempre MUY positiva.