Aguas desconocidas.
Si me preguntan mi opinión sobre el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, lo tacharía con una larga lista de oportunidades perdidas.
Dilapidó su capital político de una manera bastante burda y, en vez de realizar los cambios que realmente necesita este país, se dedicó a venganzas y desahogar rencores personales. Prefirió demostrar que su palabra era la ley y optó por montarse en una serie de elefantes blancos que siguen sin dar resultados.
Fue un sexenio perdido.
Llega ahora Claudia Sheinbaum con un capital político aún mayor que el de su predecesor y mentor.
Cámaras legislativas a modo, aceptación popular y una fuerza que ya la hubieran querido otros mandatarios de la “era de la alternancia”.
¿Cómo los va a usar?
Creo que Claudia está a la puerta de la historia. La pregunta es de qué manera la cruzará.
¿Se ocupará de seguir dando salida a rencores y venganzas? ¿Preferirá dar el enorme impulso que este país exige en muchas áreas y en muchos sentidos?
La flamante presidenta podría alterar de manera brutal la forma en que se hace política en México. Falta ver si esto será para bien, o para mal.
Navegamos en aguas desconocidas…