Turbamulta

Al infierno, pero en buena compañía

El título de esta columna es, de hecho, se lo robé a una canción de un grupo, que en lo personal, me gusta mucho: Death South, un crossover entre blues, country y western, que utiliza puras cuerdas, además de la voz rasposa del vocalista para lograr cosas como esta:

En fin, saco a mención este título debido a que es una de las manera en las que siempre me he burlado de la gente religiosa, ―¡sí,― les digo ―me voy a ir al infierno, pero allá abajo la música va a estar mucho mejor!

Pues resulta que esa idea podría estar muy equivocada. Encontré en la web una narración que va de lo ridículo a los delirante y la verdad me dejó mucho que pensar.

Resulta que a Gerald Johnson, un religioso del estado de Michigan, le dio un infarto y, según narró luego de que lo revivieran (estuvo muerto por algunos minutos), fue llevado al infierno donde conoció las más terribles torturas que los demonios aplicaban a los pecadores.

Un individuo bastante pagado de si mismo ya que cuenta que, cuando estaba en esas cuitas, pensaba que él no se lo merecía, que a lo largo de su vida había sido una buena persona y que como ministro religioso había llevado a cabo de manera plena la obra del señor.

¡Era una injusticia!

(Increíble el grado de autoestima que tienen algunos de estos religiosos)

Sin embargo lo que más le llamó la atención a este pecador irredento del relato, es que el infierno está musicalizado. ¡Tiene sountrack!

Y esta es la verdadera parte aterradora de toda la historia: ¡Nada más tocaban música de Rihanna!

“Umbrella” de Rihanna, interpretada por una diabólica cover band, en un infernal loop a todo volumen, a todas horas, por toda la eternidad. Olviden el fuego, olviden los diablos coludos con trinches. ¡Pierdan toda la esperanza los que entren ahí!

Bueno, al parecer también tocan música de otros artistas, Johnson afirma que pudo escuchar varios temas entre los que se incluía “Don’t Worry Be Happy” de Bobby McFerrin.

La razón de este castigo, afirma el piadoso émulo de Dante, es que durante la vida optamos por música que no le gusta a dios por lo que el castigo es escucharla por toda la eternidad.

Así que, si quieren ir al cielo y evitarse el karaoke del infierno, más les vale quemar todos sus discos de Rock y ponerse a escuchar cosas aprobadas por el mismísimo.

Estoy buscando la play-list de Johnsson para escucharla de manera respetuosa. Tan pronto la tenga, se las comparto en redes sociales (@areygadas).

Por lo pronto, no se vayan a poner a escuchar a Rihanna, ya vieron…

🎶Under my umbrella, -ella -ella, eh, eh, eh, eh, eh-eh

🎶Under my umbrella, -ella -ella, eh, eh, eh, eh, eh-eh

Armando Reygadas
Viví la revolución digital en carne propia; di mis primeros pasos en medios tradicionales impresos y la radio AM; desde ahí salté a Internet. Comunicador especializado en tecnología, redes sociales, medios digitales y marketing en línea; me dedico a la ‘blogueada’ desde los 90s y participo en varias publicaciones como Reseñando.com y Conexionistas.com.mx donde tenemos un podcast.

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