Turbamulta

La ira de Chaac

Convocan en redes sociales para destruir una herética estatua del dios Neptuno, ubicada en la costa yucateca. ¿La razón? Su lucha contra Chaac está causando huracanes y otros desmanes meteorológicos.

Simpático pensar que los dioses originales de este hemisferio se sienten celosos de sus contrapartes importados desde Eurasia y deciden luchar contra estos.

Chaac le ha de jalar la barba a Poseidón mientras éste intenta trincharlo y, justo cuando ambas deidades están concentradas en el mortal combate, el universo se desmadra y los huracanes comienzan a diezmar a los ingratos yucatecos que prefirieron honrar a un panteón importado que al nacional.

Causa mucha gracia ver que personas, que en teoría fueron educadas, se echan de cabeza para adorar a uno de los dioses caídos del Mayab y solucionar así problemas muy serios.

Después de derribar la estatua del aborrecible barbudo, propongo —a manera de desagravio— que se realicen algunos sacrificios ante las pirámides dedicadas al dios de la lluvia (que hay muchas por ahí). Creo que unas 200 o 300 doncellas podrían ser una buena muestra de sumisión.

Hubieran avisado antes que esa es la mejor manera de solucionar los problemas reales. Habríamos comenzado mucho antes a extraer corazones.

Total, ya estamos en plan de creer cuanta cosa nos digan por más delirante que esta sea.

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